lunes, 1 de marzo de 2010

SINDROME DE ASPERGER

Cuando mi hijo David tenía alrededor de 4 años y medio, su maestra de preescolar me mandó a llamar. Recuerdo que en la reunión que tuvimos mencionó que el niño presentaba conductas un poco “diferentes” para su edad. Me pidió que lo llevara a valorar por un especialista. Nunca pensé que mi hijo pudiera tener dificultades, sabía que mi hijo era “tímido“ y que prefería jugar solo que con otros niños, amaba jugar son sus legos y sólo me hablaba de cosas del espacio y era inquieto, sin embargo nada de esto me pareció fuera de lo normal, además no había cerca de la casa otros niños con los cuales jugara, por tanto yo no había percibido que mi hijo no se integraba en el juego social.

Nunca voy a olvidar la sensación de “estoy perdida”, que provocó en mí el diagnóstico del neurólogo; “Señora, su hijo tiene síndrome de Asperger desfocalizado y Déficit Atencional con Hiperactividad”. Resulta que ningún síndrome viene solo, extrañamente todos vienen acompañados por otro tipo de trastorno (como dicen, vienen en combo). Le hice al menos unas cien preguntas al doctor sobre el tema y luego de eso me di a la tarea de hacer una amplia investigación.

El Síndrome de Asperger (S.A.) es generalmente considerado como una forma de autismo, pero no es autismo. Llamado así por el psiquiatra alemán Asperger, quien fue el primero que describió sus características. Las personas con S.A. tienen problemas en las áreas de Interacción Social, Comunicación y falta de Flexibilidad Mental. Ellos pueden carecer de imaginación, pueden tener intereses muy obsesivos y limitados y pueden manifestar fuerte adherencia a rutinas. Es hereditario, por tanto si el niño/a lo tiene, otro miembro de la familia también lo tiene. Es indispensable aclarar, que cada persona con S.A. tiene una personalidad, por tanto las conductas estarán presentes en mayor o menor medida; hay mucha variación en la gravedad general de las dificultades experimentadas y la forma en que se ha desarrollado la persona, a partir de experiencias individuales en su vida (igual que ocurre con todos nosotros); por tanto al estar muchas veces poco acentuado, existen muchos casos de niños que pasan desapercibidos y solo se les toma como con “una forma de ser diferente o excéntrica”. El S.A. es el resultado de un problema orgánico y no de la forma en que es educado el niño/a. A diferencia de las personas con autismo, las personas con S.A. tienen menos problemas con el desarrollo del lenguaje y es menos probable que tengan dificultades adicionales de aprendizaje.

Interacción y Relaciones sociales

Algunos niños/as con S.A. pueden aparentar preferir su propia compañía. Ellos pueden mostrar signos de sentirse incómodos si otros están demasiado cerca. Muchos intentan a duras penas ser sociables, pero cuando se acercan a otros parecen ser socialmente torpes. Es posible que no miren a la persona a la que se están aproximando o puede que inadvertidamente den "señales erróneas". También pueden compensar sus dificultades siendo excesivamente formales. Tienen grandes dificultades a la hora de interpretar las claves que les indican qué se espera de ellos en una determinada situación: es probable que se porten con un profesor de la misma manera que lo harían con sus amigos o con sus padres. Es probable que tengan problemas de enfrentamientos y que de forma involuntaria muestren comportamientos antisociales.

Comunicación

A pesar de tener un buen desarrollo en cuanto al lenguaje, estos niños tienen una comprensión alterada de todo lo que hay alrededor de la comunicación. Es posible que ignoren como pedir ayuda o cuando deben imponerse. Podrían hablar en un tono de voz monótono. Muchos, centran sus conversaciones en temas preferidos que repiten una y otra vez. Es probable que tengan dificultades para comprender chistes, dobles sentidos o metáforas. Su lenguaje puede parecer más bien pedante. La calidad de su comunicación se deteriorará bruscamente en situaciones que generen estrés. La falta de expresiones faciales, de gestos y la escasa comprensión del lenguaje corporal de las otras personas, también contribuyen a sus dificultades de comprensión.

Imaginación e Inflexibilidad Mental

Presentan limitadas habilidades para el juego. Prefieren actividades mecánicas como: coleccionar, reunir o desmontar. Es posible que aprendan a hacer juegos de ficción; cuando tales juegos son aprendidos, con frecuencia son más bien repetitivos. Los cambios en las rutinas o el ambiente inmediato les alteran fácilmente. Es común que las personas con S.A. desarrollen de manera muy intensa intereses más bien limitados e inusuales. Tienen problemas "para ponerse en el lugar de los otros", o ver las cosas desde diferentes puntos de vista. Ellos se sienten mejor cuando solo tienen que enfrentarse a lo concreto y predecible.

Dificultades adicionales

Las dificultades en las habilidades motoras y las alteraciones sensoriales, son también comunes en las personas jóvenes con S.A.

Puntos fuertes

Pueden tener una inusual memoria mecánica, una extraordinaria concentración, aunque centrada en intereses limitados, un vocabulario extenso, conocimientos muy avanzados o habilidades en áreas de tecnología o ciencia. Muchos de estos niños/as poseen un nivel de inteligencia cognitiva superior.

Les puedo contar, que mi hijo es un niño muy especial con una vida normal, sus notas son excelentes, la adecuación que ha requerido en la escuela ha sido mínima y se ha limitado mayormente a trabajar en la interacción social. Ha logrado salir adelante con la ayuda de Dios, el apoyo de su familia y de profesores comprometidos y responsables en su labor docente. Son estos aspectos, lo que hacen la diferencia, debemos tener muy claro que el trabajo no se logra si los padres y maestros no van de la mano en una relación de respeto, compromiso y asertividad.

La paz de Dios sea sobre su vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tu articulo es sumamente interesante, eres una gran mujer dispuesta a luchar contra viento y marea. Y tu hijo es maravilloso