viernes, 19 de marzo de 2010

INTELIGENCIA EMOCIONAL


Inteligencia Emocional

Aunque la psicología siempre ha reconocido la influencia de las emociones en el desarrollo y en la eficacia del intelecto, el término "Inteligencia Emocional" fue expuesto hasta 1990 por los psicólogos Peter Salovey y John Mayer, para describir cualidades como: la comprensión de los propios sentimientos, la comprensión de los sentimientos de otras personas y el control de la emoción de forma que intensifique la vida.
Hace 30 años, un psicólogo de la Universidad de Stanford realizó un experimento con niños de 4 años. Les mostraba una golosina y les decía que podían comerla, pero que si esperaban a que volviera les traería dos; luego los dejaba solitos con el caramelo y su decisión. Algunos niños no aguantaban y se comían la golosina; otros, elegían esperar para obtener una mayor recompensa. Catorce años después, hizo un seguimiento de esos mismos niños (los que habían aguantado sin tomar el caramelo y, por lo tanto, controlaban mejor sus emociones en función de un objetivo) eran más emprendedores y sociables. Los impulsivos, en cambio, tendían a derrumbarse ante cualquier inconveniente y eran menos brillantes.

En la década de los 80 las investigaciones llegaron a determinar que las emociones juegan un rol muy importante y definitivo en la capacidad del ser humano para vivir mejor.

Un coeficiente emocional óptimo es alcanzado por aquella persona que conoce sus emociones negativas y lo que es más importante, puede resolverlas. La persona que no conoce sus propias emociones negativas, o que conociéndolas es incapaz de manejarlas, está afectando en distintas medidas su vida de trabajo, su vida de pareja, su vida de familia y su particular visión del mundo.

La inteligencia emocional, se puede definir como: “Una forma de interactuar con el mundo, que tiene en cuenta las emociones, los sentimientos y algunas habilidades como la autoconciencia, la motivación, el control de sus impulsos, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, y otras más, indispensables para una buena y creativa adaptación e interacción social. Es una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, e interpretar y enfrentar los sentimientos de los demás”.
Las habilidades de la inteligencia emocional se pueden describir como:
Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo (el reconocer un sentimiento mientas ocurre) es la clave de la inteligencia emocional. Saber en cada momento cuál es la emoción que estamos sintiendo, sin confundirla con otra o disfrazarla.

Manejar las emociones. No permitir que nos controlen y saber canalizarlas correctamente. Se basa en la capacidad anterior. Las personas que saben tranquilizarse y librarse de la ansiedad, irritación o melancolías excesivas se recuperan con mayor rapidez de los problemas de la vida.
Auto motivación y autorregulación. Las personas que saben controlar la impulsividad y esperar para obtener su recompensa, cumplen con sus objetivos y están conformes con sus logros.


Empatía. La capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan es la habilidad fundamental para establecer relaciones sociales y vínculos personales.
Manejar las relaciones. Saber actuar de acuerdo con las emociones de los demás, determina la capacidad de liderazgo y popularidad.
En la vida diaria, la Inteligencia Emocional conduce a un manejo y expresión de las emociones de manera que nos permite ser más efectivos en nuestras relaciones interpersonales. Cada individuo en las diferentes circunstancias de su vida elige actuar de una forma o de otra y son precisamente las emociones que decide utilizar, las que marcan la pauta.
En numerosos estudios se ha demostrado la relación directa de la Inteligencia Emocional con el desempeño académico del estudiante. Entre mayor inteligencia emocional mejor es el desempeño escolar.

La paz de Dios sea sobre sus vidas.

M. Sc. Yorleny Méndez


Psicopedagoga

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